Wednesday, August 26, 2009

Los 4 Mosqueteros

La publicidad es una de las herramientas de las comunicaciones integradas y no, como muchos suponen, de la única opción con la que cuenta un anunciante a la hora de pautar, darse a conocer, aumentar el marketshare o lo que fuere. Ocupa el mismo puesto jerárquico que sus compañeras/as: promoción, RRHH y marketing directo.

En términos cotidianos: por no haber abarcado las agencias de publicidad, en su totalidad, las otras alternativas de difusión, éstas se hallan en un momento de crisis.


En primera instancia, las centrales de medios comenzaron su aguerrida cruzada hace unos años, invadiendo territorio de agencias y acaparando el interés de los potenciales anunciantes, porque prestan un servicio integrador, contemplando los beneficios de cada una de las comunicaciones integradas.


El segundo punto, indica el florecimiento de consultoras y agencias dedicadas específicamente al rubro BTL (below the line), ya sea promociones, marketing directo o RRHH.


Un tercer punto alarmante son las estadísticas, esos íntimos enemigos del creativo publicitario, pero un mal necesario para la articulación de estratagemas en un campo de batalla feroz, que no sabe de clemencia a la hora de encontrar un punto de flaqueza en las líneas enemigas.
Además que son el atisbo de los problemas que surgen al medir el ROI (ver nota “El gran Cisma”).


Vislumbra un cuarto aspecto que amenaza al líder creativo y su troop.
Hacia principios del siglo XX, como mencioné en el primer artículo, los teóricos de las escuelas europeas, entre ellas la de Frankfurt con Habermas, Benjamin, Adorno, etc., creían que las masas eran ignorantes, atomizadas y sin criterio alguno, de modo tal que reaccionarían automáticamente ante un estímulo emitido por los medios masivos de comunicación.


Con el correr de las décadas se dieron cuenta que no tenían siquiera un poco de razón.
Los consumidores son los reyes de la pista de baile. Los anunciantes realizaron un giro de 180 grados e inspiraron sus diseños en la demanda y están listos para satisfacer cualquier capricho que tengan.


Si observamos el hic et nunc, los mercados tienden a fragmentarse, llegando a establecer pequeños nichos, impenetrables entre densos matorrales de códigos, valores y preferencias, que la publicidad masiva difícilmente pueda captar, como lo hacen las relaciones públicas, el marketing directo y las promociones.

Las agencias deben encontrar la vuelta, de lo contrario, desaparecerán con el correr de los años venideros.
Ejemplo: las promociones aumentan anualmente un 20%, las centrales de medios amenazan con engrosar su patrimonio, acaparando más participación de la torta publicitaria (actualmente se abraza al 65%).

Friday, August 14, 2009

The Great Schism (English Version)

trust (BELIEVE)
to have belief or confidence in the honesty, goodness, skill or safety of a person, organization or thing- Cambridge Dictionary

"The speech inspires less confidence that the actions" - Aristotle

"Collaboration requires trust. Trust has to be earned. Over time people learn to trust you for your ability."
- Ridderstrale at Nordstrom and Karaoke Capitalism


Trust is the relationship’s tensiometer between agencies and advertisers.

Where it prevails, it means that there is a seamless communication and delegation of powers, because members of the company trust to each other, which avoids fierce competition for control. They know they can rely on each of their colleagues, because they believe in their individual virtues, and consequently, in their responsibilities. It allows members to develop their assets freely which, integrating all the employees’ skills, helps to have a sort of kaleidoscopic view over the market and therefore differentiate their company from the competition.
Trust is the most suitable and legitimate vehicle for promoting the talents of an organization and thus better results. It’s a whole different story when a company must transfer or delegate power and responsibility to an external body, specially when it comes to advertising agencies and advertisers. The advertiser has to know well his product/service and the market, while agencies has to support strategically and creatively the client’s decision to sell more. Theoretically it sounds great, but happens this in the practical area?

In 2003, I attended as a student at the Ojo de Iberoamerica (www.elojodeiberoamerica.com) and heard Damián Kepel’s speech (Owner and Creative Director of Kepel&Mata). Over the stage I saw a ping pong table. The tiny man started calling people from the audience to play table tennis. With the volunteers he demonstrated to be a good player and later he called up Argentina´s champions of ping pong, who made a harmonious and colorful game. Kepel made an analogy between the ping pong and the advertiser-agency relationship. He showed that if both play in the "major league" the outcome will be much more successful if one is on a upper level and the other on a lower ground. On the real arena, agencies win pitches showing their creative skills and not for their ability to satisfy the potential customer’s demand. This happens because the client hasn’t got robust information about the agency’s past performance with other accounts, just some awards but on which they can’t relay on, because it doesn’t shed light over the ROI (return of investment).

An announcer can only judge his agency once the creative work is out in the streets, billboards, television, digital media, etc. Also it’s almost impossible to track results upon recognition of the commercial, for example. This situation gives the agency an external excuse, if the marketing objectives weren’t accomplished.

Clients might be discontent with their agencies, but when it comes to international brands many times the advertising agency is imposed by the head office. For example FIAT is managed globally by Leo Burnett.

An other option is to trust the advertising budget to a “friend”: many marketing managers establish a strong friendship with influential ad men. After the ad’s shooting, one of the top creative individuals invites his client to a party organized by Adlatina (the magazine which I mentioned on a previous article). Suddenly, the manager finds himself immersed in a dream world, surrounded by beautiful women, booze and pot. Wrapped in a mundane Eden the manager entrust his brand to the ad man. Why? Because he was mesmerized by a cool person, who belongs to an enchanted world and has the key to give his brand a magic touch, which will help to boost sales. Depending on the personality of the product or brand, it's easier to be tempted to delegate control to a trendy and fashion guy who inspires creativity and originality.

Coming up, specific cases where agencies savor the bitter taste of a decision made by senior managers of a company upon the last campaign results:

• Great majority of clients are disenchanted with their advertising agencies, and not just because they can not measure the result of their efforts. On a survey just 21% would recommend their agency.
Source: Forrester Research


• Telecom Company, whose campaign ran the agency Agulla & Baccetti for years, was seduced by new firms and thus put an end to their old relationship. Source: Clarín

• A recent survey reveals that clients are far from being satisfied with their agency’s work and now they are reviewing the contract.
Source: Citigate


• The concept of partnership between agency, client and media is bleeding. Source: Portal Advertising

To find a solution, there has to be an approach towards the customer and work together to germinate and develop the trust concept on a solid platform that contains the bilateral relationship.

Monday, August 3, 2009

El Gran Cisma

confiar.
(Del lat. *confidāre, por confidĕre).
1. tr. Encargar o poner al cuidado de alguien algún negocio u otra cosa.
Real Academia Española

“Los discursos inspiran menos confianza que las acciones” – Aristóteles

“Collaboration requires trust. Trust has to be earned. Over time people learn to trust you for your ability.” – Ridderstrale y Nordstrom en Karaoke Capitalism


Confiar…palabra formada por 6 letras, pero cuyo significado contiene todo tipo de interpretaciones. En este caso, la palabra se viste de tensiómetro, para juzgar la relación actual entre agencias y anunciantes.
En el ámbito de las organizaciones y las empresas, dicho término es el parámetro interno clave, para que los negocios de desarrollen según lo esperado, más allá que las variables externas, como la economía de una región, pueden incidir en los resultados finales de manera directa o indirecta. O sea que, cuando impera la confianza, quiere decir que hay una fluida comunicación y delegación de poderes, porque los miembros de la empresa se confían mutuamente y eso evita que haya una feroz competencia por el mando. Saben que pueden apoyarse en cada uno de sus colegas, porque creen en cada una sus virtudes y, por consecuencia, en sus responsabilidades.
A la par, permite una libertad a cada uno de sus miembros, para que desarrollen sus individualidades al máximo y luego, colectivamente, le propine una mirada holística a la empresa, como una especie de caleidoscopio, para actuar en el mercado y diferenciarse de la competencia.
Sucintamente, refleja que la confianza es el vehículo más idóneo y legítimo para potenciar los talentos de una organización y, por ende, obtener mejores resultados.
A continuación, un travelling hacia otra de las categorías de la confianza, polémico y crítico por cierto, cuando una empresa debe trasladar o delegar poder y responsabilidad a una entidad externa, que, supuestamente, maneja un ambiente en particular, mucho mejor que la misma organización.
Para llegar a entablar un vínculo estrecho entre ambas organizaciones, en este caso, agencias de publicidad y anunciantes, deben ir conociéndose mutuamente e ir ajustando con el tiempo una visión en cojunto del entorno y los mercados, sobre todo, aquellos en los cuales se mueve el anunciante. Esto, lo dicen los libros, como siempre, porque en la práctica se refleja lo que dista de la teoría.

Luego del dilatado preámbulo, me adentro a lo que me concierne específicamente: agencias y anunciantes.
En 2003, asistí como estudiante al Ojo de Iberoamérica, realizado en el subsuelo del Hilton en Puerto Madero. Una vez sentado en el auditorio para escuchar una conferencia de Damián Kepel, vi sobre el estrado una mesa de ping pong. Aparece el, por aquel entonces, Director General Creativo de Y&R, y comienza a llamar gente del público para jugar al ping pong. Con los voluntarios demuestra ser un buen jugador, pero al rato llama a los campeones argentinos de dicha disciplina, que demuestran un juego vistoso y armonioso. Kepel hizo una analogía entre el ping pong y la relación agencia-anunciante. Demostró que si los dos juegan en “primera división” los resultados posteriores serán mucho más exitosos, a diferencia si uno es profesional en su rubro y el otro un mediocre.
Linda metáfora utópica, porque el hoy muestra una realidad diametralmente diferente: comenzando por los famosos “concursos” , yo creo que están mal hechos, lo que implica gran responsabilidad a los mismos anunciantes, porque allí lo que se juzga es la creatividad, o sea se elige a la agencia, no por su capacidad de satisfacer la demanda del potencial cliente, sino por su “originalidad” empleada.
Muchas veces los brand manager, marketineros de pura cepa o de alguna otra profesión estructurada, no se fijan lo que está pasando en la aldea publicitaria. No suelen estar al tanto de lo peligrosos que se pueden tornar los creativos vedettistas, con el ego inflado, que no aceptan un NO a la hora de aprobar una campaña, aquellos, que ven la publicidad como un oficio y no como profesión.
Reculando hasta el concepto anterior, en otras palabras, lo único tangible que tiene un anunciante de su nueva agencia, es lo que produjo en materia creativa, ya que los resultados finales de sus otros clientes y si se cumplieron con los objetivos de marketing, reposan bajo una lápida infranqueable.
Un anunciante recién puede juzgar a una agencia, luego de haber realizado una campaña, además que muy a menudo, es difícil recolectar los datos finales sin un amplio margen de error. Dicha consecuencia le da a la agencia una buena excusa externa, en caso de haber fallado en no cumplir con las expectativas del flamante anunciante.
Apoyándome sobre las agencias multinacionales radicadas en el país, por más que el cliente esté en desacuerdo y descontento con lo producido por su agencia, no tiene chance alguna de cambiar o llamar a concurso porque, a nivel internacional, su empresa delegó lo publicitario a una cadena global. Nada que hacer al respecto, la jerarquía organizacional es la que manda. Por ejemplo FIAT es atendida a nivel mundial por Leo Burnett.
Saltando el cerco, llegamos a aquellos individuos que le confían sus marcas a “conocidos”. Todos sabemos que los contactos es capital potencial y de uno depende hacerlo realidad. La publicidad no es la excepción, sino todo lo contrario: muchos gerentes de marketing, de marca o de producto, entablan una fuerte amistad con muchos personajes del ámbito publicitario.
Después de la filmación, uno de los creativos top invita a su cliente a una fiesta realizada por Adlatina. De repente,el gerente se encuentra con un mundo soñado, todo es joda, marihuana y alcohol por doquier, cree que se halla en el edén mundano y que el creativo es un tipo que está en la onda, por eso le confía su marca, porque es cool.
Obviamente esto no lo hacen todos los gerentes, lo tomo como hipotético caso para ilustrar algo que se asemeje moderadamente a la realidad. Dependiendo de la personalidad del producto o marca, es más fácil caer en la tentación de delegar el mando a un creativo que inspira modernidad, originalidad y creatividad.
No siempre es color de rosas ese tipo de decisiones.
A continuación paso a mostrar casos concretos, como el escepticismo y el descontento va tomando progresivamente protagonismo en las mesas ovaladas de los altos directivos de una empresa, cuando es hora de ver los resultados que arrojó la última campaña:
Ø Gran mayoría de anunciantes desencantados con sus agencias de publicidad, y no solamente porque no puedan medir el resultado de sus esfuerzos. La encuesta usó con los anunciantes un test de lealtad que consistió en la pregunta: ¿qué probabilidades hay de que usted recomiende el servicio que le brinda su agencia? Solamente 21% contestó que lo haría. Fuente: Forrester Research
Ø La empresa Telecom, cuya campaña manejaba desde hace años la agencia Agulla & Baccetti, fue seducida por nuevas firmas y puso así punto final a su relación comercial de antaño. Fuente: Clarín
Ø Una encuesta realizada recientemente revela que los anunciantes distan mucho de estar satisfechos con el trabajo de sus agencias y se abocan a la tarea de revisar sus procesos.
Ø Solamente 11% de los encuestado manifestó intenciones de retener su actual agencia de publicidad, marketing y relaciones públicas sin antes realizar una profunda revisión. Fuente: CitiGate
Ø El concepto de partnership entre agencia, cliente y medios se diluyó. Fuente: Portal Publicitario

La lectura que uno puede hacer de estos datos secundarios, indican una reacción negativa por parte del anunciante, percatándose que, al ser difícil medir el ROI (Return Of Investment), no podían juzgar por sus labores a las agencias.
Dónde radica el error? Recae en gran medida sobre el creativo estrella, que toma el protagonismo y no deja que todos los sectores de la agencia estrechen sus vínculos con el cliente, para generar un pacto de socios, de confianza. El trabajo en equipo es la mejor dosis para curar, y por ende, satisfacer las demandas y necesidades del anunciante.
La solución: El acercamiento constante hacia el cliente, el trabajo en conjunto, para que el concepto de confianza puede germinarse y desarrollar una plataforma sólida que contenga las relaciones bilaterales y las afiance al mismo tiempo. Infundirle tranquilidad a aquellos que depositan en las manos de los publicitarios su más preciado retoño: la marca y su imagen.
Como bien recalca Mercedes en los comentarios del post anterior, los EFFIE desembarcaron en el país el año pasado. El galardón tiene como objetivo premiar a agencias y anunciantes en conjunto, por su labor mancomunado desde la elaboración de una estrategia hasta la exposición de los resultados finales. Teamwork rules. Marcan una nueva tendencia en nuestro país pedante.

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